Tener una terraza pequeña no significa renunciar al estilo ni gastar una fortuna. Con algunos toques simples puedes transformar ese espacio reducido en un rincón de relax, lectura o convivencia.
La clave está en elegir elementos prácticos, de bajo costo y fáciles de mantener.
Lo primero es definir el propósito: ¿quieres un lugar para descansar, tomar café o recibir amigos? A partir de ahí, selecciona mobiliario ligero y plegable, como mesas bistró o bancos de madera.
Añadir textiles como cojines, tapetes o mantas da calidez sin ocupar demasiado.
Detalles en textiles: cojines y tapetes que dan confort y color. Foto: Especial
La iluminación es otro factor: guirnaldas de luz LED, velas o lámparas solares crean atmósferas acogedoras sin gastar en instalaciones.
Las plantas son imprescindibles, ya sea en macetas colgantes, jardineras verticales o cactus minimalistas; aportan frescura y ayudan a delimitar el espacio.
En cuanto a colores, los tonos neutros (blanco, beige, gris) amplían la sensación de espacio, mientras que acentos en verdes, terracotas o azules añaden vida sin saturar.