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Querétaro

Cerámica artesanal en Ezequiel Montes: arte que da vida a la tradición queretana

Cerámica artesanal en Ezequiel Montes: arte que da vida a la tradición queretana

En Ezequiel Montes, la cerámica artesanal es más que arte: es una herencia cultural. / Especial

Descubre la riqueza cultural de Ezequiel Montes a través de su cerámica artesanal, una tradición que se mantiene más viva que nunca

Jair Lara
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24 de junio 2025

Cuando se piensa en Querétaro, es inevitable imaginar la imponente silueta de la Peña de Bernal dominando el paisaje. Sin embargo, más allá de este famoso monolito, existe un rincón que guarda un legado cultural profundo, transmitido de generación en generación a través del arte del barro: Ezequiel Montes.

Este municipio, ubicado en el semidesierto queretano, es mucho más que un punto en la ruta hacia los Pueblos Mágicos. Es un territorio donde la historia, la fe y la tradición artesanal se entrelazan.

A pocos minutos del centro se encuentra Villa Progreso, una comunidad de raíces antiguas donde se levantó la primera iglesia del estado. Ahí, en el barrio de San Miguel, florece un arte que ha sabido resistir el paso del tiempo: la cerámica artesanal. Entre calles tranquilas y talleres llenos de color, destaca la Casa Servín, un espacio en el que manos queretanas moldean con esmero figuras que hablan de identidad, memoria y belleza.

Catrinas, leles, vajillas pintadas a mano y vasijas decorativas se transforman en testigos del ingenio popular y en embajadores de la riqueza cultural de esta tierra. El proceso de creación es una danza entre la paciencia y la técnica. Primero, el barro líquido se vierte en moldes de yeso para dar forma a cada objeto.

Cerámica artesanal, un legado histórico en Ezequiel Montes

Luego, tras un reposo cuidadoso, las piezas se pulen hasta quedar lisas y listas para ser decoradas. Con trazos de lápiz se marcan las líneas guía y, poco a poco, los colores característicos comienzan a llenar de vida cada figura. El toque final ocurre en el horno, donde durante más de siete horas y a temperaturas de hasta mil 260 grados centígrados, las piezas alcanzan su acabado brillante y duradero.

Visitar Ezequiel Montes es una invitación a descubrir más que paisajes: es encontrarse con una comunidad que ha hecho de la cerámica no solo un oficio, sino un legado. Casa Servín abre sus puertas para quienes buscan llevarse un pedacito de Querétaro en forma de arte hecho a mano.

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