Boda Toscana de Jesús y Fernanda

Su historia de amor fue tan espontánea que incluso, cuando la cuentan, continúan sorprendiéndose. Jesús y Fernanda decidieron llegar hasta el altar luego de tres años de relación y un sinfín de anécdotas que fortalecieron su amor y que, ahora, lo comparten con Weekend By VSD!

Ambos se conocieron durante su vida laboral en una constructora hace siete años, pero nunca pensaron que llegarían a vivir un romance como el que ahora viven, ya que mantenían distintos intereses y la fortuna no los había hecho coincidir.

Sin embargo, tenían amigos en común y no fue sino hasta que asistieron a un viñedo que decidieron darse la oportunidad y entablar una relación cercana.

Ese escenario quedaría plasmado como el inicio de la mejor aventura de sus vidas.

Un año después, ya cuando la relación había madurado, Jesús planeó la pedida de mano con una cena a la luz de la luna en la Riviera Maya.

Fernanda no sospechaba nada y, desde un día antes, se encontraba indispuesta por el desvelo y la fiesta que ambos habían vivido en el lugar, pero que, en ella, había cobrado mayor factura.

A pesar de la situación, Jesús no claudicó en el plan y, como pudo, llevó a Fer a la cita especial. Finalmente, la sorpresa fue lo mejor de la velada, haciendo de lo demás una divertida anécdota.

Hace una semana, Jesús y Fernanda unieron sus vidas en Casa Edreira, el salón de eventos por excelencia en Querétaro, donde vivieron una fiesta italiana con florería silvestre, detalles campiranos y en donde predominaba el color verde, incluyendo los vestidos de las damas de honor.

Para la boda, Fernanda Rodríguez utilizó un vestido de la diseñadora Adriana Madrid, el cual era escotado, con mangas desprendibles y tipo corsé, con encaje y satín, que la hacían lucir contemporánea y atractiva en su esbelta figura. El maquillaje lucía discreto, resaltando sus facciones naturales, mientras el cabello se llevaba suelto.

Por su parte, Jesús Godínez Charles optó por un traje de sastre de tres piezas y oscuro, que llevaba detalles, en su hechura y las iniciales de Fernanda.

El novio lució acompañado de sus caballeros de honor, quienes portaban trajes claros y elegantes que entonaban con el concepto de naturaleza del lugar.

El menú de la boda no se quedó atrás. Los invitados fueron recibidos con cocteles, entre los que destacaban los realizados con mezcal, ginebra, tintos de verano, gin de mora, mojitos, entre otros, para degustarse con tapas y bocadillos de carnes frías.

El plato fuerte lo constituyeron la pasta Amatriciana, el corazón de filete en salsa de pimienta con un asado de verduras y papas al romero. Como postre, se sirvió una panna cotta de maracuyá y esferas pochadas con amaranto, siendo la sensación entre los asistentes.

Y, así, fue como se desarrolló la boda de una las parejas más establecidas en la región, quienes cerraron el enlace con frases de dedicatoria para su compañero de vida; “La voy a cuidar toda la vida porque, para mí, significa el amor personificado”, mencionó Jesús; mientras que Fernanda confesó encontrar, en él, “un tesoro y pienso protegerlo y cuidarlo hasta el resto de los días”.

Su amor en frases

“Lo que más me llamó la atención de Fer fue su alegría, espontaneidad, sentido del humor, su responsabilidad, compromiso con el trabajo y familia”.
Jesús Godínez Charles

“Yo siempre vi a Jesús como una persona empática, generosa, divertida, siempre tiene un chiste que contar, siempre le saca una sonrisa a todos, siempre tiene algo que decir, cuida mucho a las personas”.
Fernanda Rodríguez

Con información de Carlos Curiel