Seis estudiantes de la Universidad Anáhuac Querétaro participaron en el prestigioso Modelo de Naciones Unidas llevado a cabo del 13 al 17 de abril en la sede oficial de la ONU en Nueva York.
Los jóvenes destacaron entre más de 2 mil concursantes, al obtener el segundo lugar y una mención honorífica, siendo la única representación mexicana en el evento.
¿Quienes son los alumnos que concursaron en la ONU?
Daniela Rojas e Isabella Toro, de la carrera de Derecho, y Ximena Vázquez, Santiago González, Aarón Álvarez y Eliot Becerril, estudiantes de Relaciones Internacionales, debatieron sobre temáticas de gran relevancia mundial como medio ambiente, derechos humanos, desarme y privacidad digital, teniendo como modelo de estudio Malasia, país asignado por la organización.
Valores Anáhuac en la ONU
Durante cuatro intensos días, los alumnos negociaron y propusieron soluciones viables a problemáticas globales.
La participación de los estudiantes fue mucho más que una simulación académica; fue un escenario real donde demostraron la solidez de su preparación, su pensamiento crítico, la capacidad de diálogo y negociación, y sobre todo, los valores que la Universidad Anáhuac Querétaro promueve en cada uno de sus programas.
En palabras de Ximena Vázquez, head delegate del equipo:
“No solo fuimos a debatir. Fuimos a construir puentes, a proponer soluciones desde una visión ética, humana y comprometida con el bien común. Esa es la esencia del liderazgo de acción positiva que aprendemos en la Anáhuac.”
Durante una semana, los estudiantes negociaron con delegados de todos los continentes, y aplicaron habilidades de comunicación intercultural, pensamiento estratégico y resolución de conflictos, testimonio del proyecto educativo de su alma mater, que busca formar líderes comprometidos con la transformación social desde una perspectiva humana, ética y global.
¿Cómo fue la preparación para los debates?
La delegación se preparó exhaustivamente durante meses bajo la guía de su profesora Viridiana Ulloa. Ella resaltó la entrega de sus alumnos y la madurez con la que asumieron sus roles diplomáticos.
Las sesiones comenzaban desde las 8 de la mañana y se extendían hasta la noche, y aun así, los jóvenes mantenían su energía, motivados por ver que sus propuestas eran tomadas en cuenta en las resoluciones finales.
Uno de los aspectos más destacados fue la capacidad de los alumnos para trabajar en equipo y conectar con otras delegaciones. Isabella mencionó que más allá de tener muchos datos, lo importante fue “escuchar, comunicarte y hacer sentir incluidos a todos en las resoluciones”. Esa actitud colaborativa y proactiva fue clave para el éxito de la delegación queretana.
Formando líderes de acción positiva
Con este resultado, la Anáhuac Querétaro no solo celebra un triunfo internacional, sino la consolidación de su misión: preparar a las nuevas generaciones para ser protagonistas del cambio, capaces de incidir positivamente en México y el mundo.
“Nos llevamos una experiencia que va más allá de lo académico. Nos llevamos la certeza de que nuestra voz puede cambiar realidades, y que con valores firmes, conocimiento sólido y empatía, podemos ser verdaderos líderes de acción positiva”, concluyó Santiago González.