Estudiar para un examen puede ser una montaña rusa de emociones, desde sentir culpa por no dedicarle suficiente tiempo hasta odiar el proceso por dedicarle demasiado.
Sin embargo, preparar bien los exámenes es fundamental para aprobarlos.
Aunque sabes que los exámenes están cerca, te convences de que todavía es muy pronto para empezar a estudiar. Esa voz interior insiste en que hagas un calendario de estudio, pero decides postergarlo.
Supongo que tendré que empezar
Finalmente, decides comenzar a estudiar. Tus profesores, padres y amigos ya te han advertido sobre la importancia de prepararte, pero todavía te tomas las cosas con calma.
Solo un capítulo más
El famoso “solo un capítulo más” de tu serie favorita se convierte en un maratón. Lo que iba a ser un breve descanso, se transforma en horas de entretenimiento que retrasan tus planes de estudio.
Aún me queda suficiente tiempo para estudiar
El buen tiempo te distrae y terminas tomando el sol o saliendo a nadar en lugar de estudiar. Cuando vuelves a casa, encuentras formas creativas de postergar el estudio.
¿Por qué hice un calendario de estudio?
Al revisar tu calendario, te das cuenta de lo poco que has estudiado y lo cerca que están los exámenes. Te preguntas por qué no has seguido tu plan.
Espera, ¿cuánto has estudiado?
Comparas tus avances con los de tus amigos y te das cuenta de que ellos han estudiado mucho más. El pánico comienza a instalarse.
Voy a reprobar
Te conviertes en una máquina de estudio, tratando de recuperar el tiempo perdido. Tus días de procrastinación han terminado y te dedicas intensamente a repasar.
Son solo exámenes…
Empiezas a hacerte a la idea de que has estudiado lo necesario para aprobar, aunque por poco. Te das cuenta de que todavía hay mucho por repasar.
¿Puedo recuperar mi vida por favor?
Estás llegando al final y te sientes agotado. Tu espacio de estudio es un caos, pero sientes que tienes el control. Marcas temas como hechos en tu calendario de estudio.
¡Libertad!
Has terminado el último examen y sientes una gran sensación de alivio. Estás libre de la carga de estudiar y te prometes que el próximo año te organizarás mejor, aunque probablemente no lo hagas.
Estas fases de la temporada de exámenes pueden ser desafiantes, pero forman parte de la experiencia de estudiar y crecer académicamente. ¡Buena suerte en tus exámenes!