Pasar largas horas sentado frente a una computadora, asistir a reuniones interminables o cumplir con plazos ajustados puede llevarnos a optar por opciones rápidas pero poco saludables. Sin embargo, con algunos hábitos clave, es posible mejorar la alimentación y potenciar el rendimiento en el trabajo, manteniendo el equilibrio entre salud y productividad.