El regreso a clases no solo marca el inicio de un nuevo ciclo escolar, sino también una oportunidad para establecer hábitos positivos que acompañen a tus hijos durante todo el año. Sin embargo, este momento puede generar emociones encontradas: emoción por reencontrarse con amigos, nervios por los nuevos retos y, claro, el desafío logístico para los padres.